"Soy libre para determinar mi propio destino"
Qué emocionante sería tener un boleto que me permitiera acceso libre e ilimitado en un tren, autobús o avión para viajar a cualquier lugar que yo desee. Tengo esa libertad porque Dios me ha obsequiado un boleto a las posibilidades ilimitadas de la vida. Soy libre para decidir dónde quiero ir y qué me gustaría hacer en mi vida.
Acudo a Dios en mí, y en lo profundo de mi alma, recibo la guía que me dice qué caminos en la vida me llevan a mayor gozo, qué decisiones debo tomar para disfrutar de tal gozo, y qué comidas, hábitos y actividades me hacen sentir feliz, en paz y expanden mi potencial personal.
Día a día, decido marchar en la dirección de lo que apoye mi expresión completa como ser espiritual. Soy libre para determinar mi propio destino.
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