"Soy animado por los regalos del Espíritu interno."
Si a veces mi cuerpo se siente flojo, incómodo o tiene dolor, descanso en el silencio y permito que lo Divino vivifique los regalos del Espíritu en mí. Expando mi visión para ver más allá de la apariencias y experiencias físicas.
La Verdad es avivada en mí. Veo las condiciones de mi vida desde una perspectiva positiva. Soy elevado de la depresión en infundido con nueva energía y vitalidad, libre de cargas y de creencias negativas. Reanimado con nueva esperanza y expectativas, siento un mayor aprecio por la vida y por los dones del Espíritu en mí. A medida que avanza mi día, elijo pensamientos edificantes, y me expreso con propósito y espíritu.
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