ORDEN DIVINO

"El orden divino se establece en mí y en mi vida."

Al pensar en el orden, me maravillo en la naturaleza. Los árboles desnudos del invierno siguen su patrón interno para convertirse en un follaje verde en la primavera. Las aves siguen su brújula interna para hacer su migración anual. El sol sale cada mañana en el este y se pone en el oeste.

Soy parte del orden del a vida y estoy inmerso en él. Mi respiración es ordenada y rítmica, como lo es el latido de mi corazón; ninguno de los dos requiere mi control ni dirección. Descanso en el fluir del orden divino y permito que dDios se exprese en mí y por medio de mí, guiando mi desenvolvimiento. Con cada día, el orden divino se manifiesta en todo lo que pienso, digo y hago; y siento gratitud.

Gozo

"Mi vida está llena de gozo."

Comienzo este día con un corazón gozoso, lleno de expectativas positivas. Siento gozo de muchas maneras - viendo a un niño jugar, amando a mi mascota, hablando por teléfono con un amigo.

Si los retos se presentan en mi camino, hago lo que debo hacer, sin preocupación ni drama. Aprecio la vida que se me ha dado y  las oportunidades que surgen. Doy a otros en servicio amoroso y me esfuerzo en ser una influencia positiva en el mundo a mi alrededor.

El gozo no proviene de fuera de mí; emana del Espíritu en mí. Refleja las decisiones que tomo, momento a momento. Al terminar el día, doy gracias por las bendiciones manifestadas. Mi vida está llena de gozo.

Entrar

"Con paz en mi corazón, avanzo en el viaje de mi vida."

Se ha dicho que todo viaje comienza con un paso. Hay un paso que debo dar en mi vida ahora? Necesito avanzar en mi trabajo? En una relación personal? En mi vida espiritual? Si al respuesta es "Sí", doy ese paso ahora. Este paso puede ser abrir mi corazón e ideas y posibilidades nuevas, buscar nuevas avenidas de autoexpresión o descubrir nuevas maneras de aprender, crecer y expresarme como un ser espiritual.

La vida es un viaje de pasos pequeños. Algunos requieren gran valor y fortaleza. Otros solo requiere el deseo de avanzar y experimentar algo nuevo. Con cada paso, entro en una nueva experiencia que es sólo mía. Prosigo ahora con fe en Dios y confianza en mí mismo.

Nuevo Comienzo

"Comienzo de nuevo en este día!"

De vez en cuando la vida nos reta. Quizás no reciba bien el cambio en sí, pero recibo con beneplácito la oportunidad de parende de cualquier circunstancia que surja, creer en comprensión, estirar mis músculos espirituales.

Cada día es un nuevo día. Ninguna situación puede detenerme. Mi vida no se trata sólo de lo que me está ocurriendo; también se trata de lo que sucede por medio de mí. El Cristo morador es mi fuerte de sabiduría y creatividad ilimitadas. Hago lo mejor que puedo al responder a todo reto desde mi naturaleza crística, en vez de reaccionar impulsivamente desde mi naturaleza humana. Cada día llevo a cabo lo que me enriquece espiritualmente; disfruto del viaje hacia mis metas.

Gracia

"Con gratitud, recuerdo el regalo de la gracia de Dios."

Al desempeñar mis tareas cotidianas, a veces puede que me preocupe por listas de cosas por hacer. Otras veces, puede que me distraiga el torbellino de una relación personal o de un conflicto. Quizás olvide apreciar un panorama más amplio y el regalo del amor divino.

El amor y la gracia de Dios están presentes en mi vida aún cuando no preste atención. Si tomo una decisión que no es la más conveniente, la gracia de Dios que protege del peor de los resultados. Por medio de la gracia divina, oportunidades inesperadas e imprevistas vienen hacia mí. El amor de Dios apoya mi crecimiento y desenvolvimiento espiritual. Reconozco las muchas maneras en que la gracia se demuestra en mi vida y siento gratitud.

Guía

"La luz de Dios me guía con amor y cuidado."

La guía a menudo es sinónimo de luz. Un faro emite luz que guía a los barcos lejos del peligro. Las luces en las pistas de aterrizaje guían a los pilotos a un aterrizaje seguro. Las luces frente a los hogares iluminan un camino que te da la bienvenida.

La luz de Dios es mí es sabiduría, e inspiración. Abro los ojos al mundo a mi alrededor y permito que la luz de Dios resplandezca desde lo más profundo de mi ser. Soy guiado a la paz, la seguridad, la abundancia y la satisfacción. Mantengo la luz en mí resplandeciente por medio de la oración y la meditación. Receptivo a la presencia iluminadora de Dios, recargo la luz interna para que pueda ver fácilmente el camino ante mí.

Dejar Ir

"Dejo ir la preocupación y Dios manifiesta mi bien."

Hasta los cambios más planificados y mejor recibidos pueden causar cierto grado de ansiedad. Al comenzar un nuevo trabajo o al mudarme a una casa nueva, parte de mí puede temer que sea  demasiado bueno para ser cierto. Y sin embargo, sé que la voluntad de Dios para mí es sólo el bien. Así que tomo el control de mi pensamiento. Y me pregunto: "Y si todo sale bien?" Anticipo la bendición y dejo ir y dejo a Dios actuar.

Dejo ir la preocupación y permito que Dios obre en todas las personas y circunstancias para guiar el camino. Reclamo mi herencia de apoyo y provisión divinas, y libero mi corazón de cualquier sentimiento de que no soy digno. Creo en la abundancia ilimitada de Dios y estoy listo para recibirla.

Tiempo Suficiente

"Estoy en el lugar correcto, haciendo lo correcto, en el momento correcto." 

Nos enfrentamos a muchas exigencias en cuanto a nuestro tiempo. Si permitiera que la ansiedad me abrumara, no haría lo mejor que puedo.

En vez de eso, elijo dirigirme a mi interior cuando siento ansiedad - respiro, me calmo y abro mi mente a las ideas divinas. Acojo la paz en vez de la ansiedad o la preocupación; un sentimiento de propósito en vez de un sentimiento de preocupación. Descubro que el tiempo me basta a medida que hago todo con calma. Siento alivio al actuar según lo mejor de mis habilidades. No pienso en lo último que hice o lo que debo hacer después. Mi atención completa está en la tarea a mano. Esto me proporciona un sentimiento profundo de satisfacción en todo lo que hago.

Prosperidad

"Doy y recibo generosa y abundantemente."

Cuando Jesús estaba enseñando a una gran multitud y ésta se puso inquieta y sintió hambre. Sus discípulos reunieron la comida que estaba disponible: cinco hogazas de pan y dos peces. Jesús bendijo la comida y comenzó a pasarla a la multitud. Al final, hubo cestos llenos de sobras.

La generosidad inspira generosidad y el dar genera abundancia. Al dar atención a otros, encuentro que tengo todo el tiempo que necesito para llevar a cabo una tarea. Al dar, experimento un fluir de abundancia en mi vida. También doy gracias por anticipado, como lo hizo Jesús. Al alinear mi corazón y mi mente con el fluir divino, expreso gratitud por todas mis bendiciones. 

Fe

"Mi fe es fuerte e imperturbable."

Si algo parece estar equivocado, perdido o roto en mi vida, no me concentro en ello, dándole energía a la ansiedad y al temor. Por el contrario, enfoco mi atención en la esencia todo sostenedora de Dios y siento la influencia calmante de la fe.

En oración, me aquieto y afirmo que mi fe es fuerte. Recibo seguridad de que Dios es mi ayuda siempre presente y la fuente ilimitada de mi provisión. Dios y yo somos uno.

Al descansar en al serenidad, mis emociones basadas en el temor se trasnforman en realidad llenas de fe. Mi humor mejora, mi confianza aumenta y termino mi tiempo de oración siendo gozo y fe. Doy pasos inspirados por esa fe para llevar a cabo mi bien. 

Mente y Cuerpo

"Estoy vivo, alerta y siento entusiasmo por la vida!"

Mi mente y cuerpo están en una conversación continua. Mi cuerpo responde a mis pensamientos y mi mente recibe constantemente mensajes de mi cuerpo, especialmente cuando algo no está en orden. Sin embargo, soy más que mente y cuerpo; he sido creado a la imagen y semejanza de Dios. Primero y por sobre todo soy Espíritu.

Al traer mi conciencia espiritual a la conversación entre mi mente y mi cuerpo, me mantengo equilibrado. conozco a mi cuerpo y sus necesidades; lo sustento con comida nutritiva y agua, descanso y ejercicio. Con pensamientos, palabras y acciones centrados en el Espíritu, reclamo mi verdadera identidad como una expresión saludable de Dios.

Orar por otros

"Orar por otros es un regalo que bendice a todo el mundo."

Al hacer a un lado cualquier preocupación o reto en  mi vida, puedo centrar mi atención en orar por un amigo, un ser querido o alguien que lo necesite.

Dejo ir cualquier apego a un resultado específico para ellos y expando mi visión. Veo a la persona por quien oro como un centro radiante de vida y amor, llena de sabiduría divina en todo momento.

Oro partiendo de esta conciencia bendita y devota, afirmando que lo mejor y más elevado se expresa en nuestras vidas perfectamente, en toda semaneras y circunstancias. Al orar por otros, las palabras que digo resuenan en las profundidades de mi ser, asegurando que la solución correcta se desenvuelve. 

Receptivo

"Estoy receptivo al reino del bien de Dios."

Algunas personas pueden pensar que el reino de Dios es un lugar para disfrutar en la otra vida, mas el reino que Jesús describió está eternamente presente. Está aquí mismo en medio de nosotros. Lo experimentamos cuando confiamos en la toda suficiencia de Dios, no sólo en el futuro, sino hoy y todos los días. 

Cada mañana, entro al reino de Dios. Al acostarme para dormir, siento agradecimiento por vivir en el reino del bien de Dios. Recibo el reino al reconocer la presencia amorosa y viviente de Dios a mi alrededor. Siento gozo y calma, estoy receptivo a la guía divina y a las ideas enriquecedoras. Cuando vivo en un estado de maravilla y aprecio, estoy receptivo y coopero con Su plan de bien eterno. 

Satisfecho

"Soy satisfecho por la vida espiritual"

La felicidad se presenta en todo tipo de experiencias: El amor de la familia, la belleza de la naturaleza, el gozo de ver jugar a unos cachorritos. Y sin embargo, la dinámica familiar puede cambiar, la belleza puede marchitarse y los cachorrillos pueden morderme los zapatos. El placer y la satisfacción duraderos provienen de dar mi corazón, mi mente y mi alma al espíritu eterno e inmutable de Dios.

Al crecer en Espíritu, disfruto expresar el amor de Dios por medio del servicio a los demás. Busco cómo ayudar a otros, proteger el planeta y salvaguardar a los animales. El Espíritu me guía a actuar, comparto mis fortalezas y mis dones, llevando una vida de satisfacción duradera. 

Consuelo

"Mi corazón está abierto a las bendiciones del amor divino."

Puede que no haya un tiempo mejor para darse cuenta de la presencia y el poder del amor de Dios que cuando uno necesita consuelo. Si he sufrido una pérdida o una desilusión, quizás sienta el corazón roto, pero al estar dispuesto a ser elevado por el Espíritu, soy consolado. Toda tendencia de "cargarlo solo" desaparece al recordar que soy amado por Dios. 

Si fallo física o emocionalmente, invoco el poder de Dios para que me fortalezca. Sabiendo que soy uan expresión de amor divino, experimento una curación física y emocional.  Tomo las decisiones que debo tomar, realizo las tareas que antes parecían imposibles. El amor de Dios fluye por medio de mí al abrir mi corazón y mi vida al amor divino. 

Orden Divino

"Mi vida es apacible y ordenada a medida que dejo ir y confío en Dios."

Al orar, centro mi atención en el amor y la guía de Dios. Uno con la presencia en mí, alcanzo una conciencia más elevada. Presto atención a la presencia de Dios que me guía y me dirige por caminos correctos y ordenados. El orden divino se manifiesta en mi vida. 

Cuando estoy alineado con el orden divino, mi intuición se agudiza. Al actuar según este conocimiento interno, la confianza reemplaza la preocupación, y avanzo con fe. 

Muchos acontecimientos nuevos y emocionantes ocurrirán en el año que comienza. Doy gracias por la guía continua de Dio. Mantengo una conciencia de paz y esperanza, sabiendo que mi vida se desenvuelve en orden divino. 

Esplendor

"La luz crística ilumina el esplendor de mi ser."

Los rayos del sol se reflejan en la rama helada de un árbol y de repente, algo muy ordinario se convierte en algo bello y esplendoroso. De la misma manera, la luz del Cristo morador ilumina y aumenta el esplendor de mi ser. 

Mi naturaleza espiritual irradia por medio de mi humanidad para revelar el esplendor de los regalos que tengo para compartir. Soy amoroso y sabio, compasivo y generoso. Soy potencial ilimitado.

Bajo los rayos de la luz del Cristo, los actos y las palabras sencillas se convierten en parte del poder transformativo del Espíritu. Nada es tan ordinario que no se convierta en algo esplendoroso cuando la luz crística resplandece por medio de él.

Valeroso

"Estoy lleno de fe; soy fuerte y valeroso."

A veces me resisto al cambio, mas otras veces siento un impulso interno de iniciarlo. Quizás tenga un empleo satisfactorio o un estilo de vida cómodo y , sin embargo, puede que me sienta llamado a algo más. El Espíritu me llama, invitándome a proseguir con fe y actuar con valor. 

Oro, presto atención a la guía divina y la pongo en práctica. La acción positiva que tome envía un mensaje claro al Espíritu. Digo "sí" al aumento y expansion de mi bien ahora! No me desanimo si enfrento un desafío. Confío plenamente en que Dios va conmigo dondequiera que voy mostrándome el camino. Tengo fe, soy fuerte y valeroso, llevo una vida de aventura.

Protegido

"Vivo cada día sabiendo que soy divinamente protegido."

Cada experiencia me ofrece una oportunidad de recordar el amor y la protección constantes de Dios. Si paso por un reto de salud, recuerdo que no hay nada que temer, Dios está conmigo. En cada situación, tengo la oportunidad de sentir mas plenamente la presencia amorosa de Dios. 

Al mirar hacia atrás, veo cómo las diferentes situaciones motivaron mi crecimiento y aprendizaje. Cada experiencia que desearía que no se repitiera ha aumentado mi conciencia de mi vínculo con Dios. Durante este día y los días por venir estoy envuelto en la poderosa protección de Dios. Mi mente y mi corazón rebosan de la presencia y el poder protector del amor divino.

Paz Mundial

"Contribuyo a un mundo de paz gracias al poder de mis palabras."

Cada uno de nosotros puede fomentar la paz en nuestro mundo. Yo puedo contribuir a una paz mayor: Gracias al poder de la palabra hablada, puedo extender una bendición a todas las personas, aún a aquellas que considere mis "enemigas".

El acto de bendecir crea una energía positiva que disuelve pensamientos y sentimientos negativos. Las bendiciones forman ondas de amor sanador. Mis palabras no solamente crean mi vida, sino que también crean paz - tanto en mi como en los demás. Por lo tanto, llevo mis palabras de intención amorosa y comparto bendiciones que inspiran y animan a otros. De esta manera, brindo armonía a cada interacción y paz al mundo.

Reanimado

"Soy animado por los regalos del Espíritu interno."

Si a veces mi cuerpo se siente flojo, incómodo o tiene dolor, descanso en el silencio y permito que lo Divino vivifique los regalos del Espíritu en mí. Expando mi  visión para ver más allá de la apariencias y experiencias físicas.

La Verdad es avivada en mí. Veo las condiciones de mi vida desde una perspectiva positiva. Soy elevado de la depresión en infundido con nueva energía y vitalidad, libre de cargas y de creencias negativas. Reanimado con nueva esperanza y expectativas, siento un mayor aprecio por la vida y por los dones del Espíritu en mí. A medida que avanza mi día, elijo pensamientos edificantes, y me expreso con propósito y espíritu. 

Igualdad

"Soy uno con la familia de Dios." 

Aunque quizás haga algunas cosas mejor que otras personas ellas, a su vez, puede que hagan cosas mejor que yo. Cada persona tienen cualidades y fortalezas únicas, pero todos somos iguales dignos y valiosos.

Aceptar nuestra igualdad no significa que nos creemos idénticos a los demás. Significa que apreciamos y honramos nuestras diferencias sabiéndonos uno de corazón. Sabemos que en nuestra naturaleza espiritual yace nuestra unidad. Reconozco las fortaleza sy los dones de mis congéneres. Quizás yo haga algunas cosas mejor que tú. Puede que tú hagas cosas mejor que yo, mas juntos formamos, un equipo formidable para el bien.

Paz Interna

"Mi vínculo divino me brinda paz interna."

Lograr sentir paz es un trabajo interno. Una labor que comienza en mí. Si noto que me siento perturbado o agitado, tomo acción para avivar de nuevo la paz divina en el centro de mi ser. 

Cierro los ojos, respiro profundamente y, al exhalar, recuerdo que soy una creación de Dios. Nunca estoy solo. Puedo sentir el fluir divino en todo mi cuerpo. Siento que este alivio sagrado calma cualquier estrés que hubiera podido estar sintiendo. Estoy en paz.

La paz profunda y duradera proviene de vincularnos con lo Divino momento a momento. Saber que soy uno con Dios me calma rápida y fácilmente, me reanima y me proporciona una paz interna duradera. 

Perdonar

"El perdón es un regalo."

El perdón es uno de los regalos más grandes que puedo darme y dar a los demás. Cuando dejo ir el juicio, el resentimiento, la expectativa o el enojo, abro mi corazón y mi vida  aúna experiencia de crecimiento y libertad. Si tengo dificultad en soltar una herida pasada, oro sabiendo que el Cristo de mis er me ayuda a dejar ir - aún cuando yo sepa cómo. Con un corazón dispuesto, pido ayuda al Espíritu - recibo guía, claridad y comprensión. 

Gracias a Su poder, mi corazón se abre y mi visión se aclara. Siento más amor y compasión por los demás y por mí mismo, porque mi mente y mi corazón ya no están cerrados a la experiencia del perdón. Al perdonar, me doy un regalo valioso, libertad. 

Transición

"Avanzo valerosamente a través del cambio." 

Aunque el cambio es inevitable, mi respuesta o reacción a él depende de mí. Como puedo prepararme mejor para el cambio y sacarle el mayor provecho?

El cambio es una transición de una experiencia de vida a otra. Puede conllevar mudarme a un nuevo lugar o transformar mi modo de pensar. Evoluciono de lo que era a lo que soy. Soy un ser nuevo. Así como mi visión cambió cuando pasé de niño a adulto, ahora veo que durante esta transición logré una nueva perspectiva. 

Quizás entre a territorio desconocido, pero este paso es una oportunidad para crecer inconsciencia espiritual. Con cada cambio en mi vida, avanzo. 

Compromiso

"Estoy comprometido con mi mayor bien."

De vez en cuando, me fijo nuevas metas personales. Comienzo haciendo un compromiso conmigo mismo. Cumplir promesas, hasta conmigo mismo, es una manera de vivir en integridad. Si tengo un revés, renuevo mi compromiso. Aún cuando tenga que renovarlo una y otra vez, recuerdo que el Espíritu me ayudará a cumplir toda promesa fervorosos y sincera que me haga. 

Por medio del poder de Dios en mí, logro cualquier cosa en la que fije mi mente y corazón. Recibo inspiración divina, encuentro la fortaleza y resuelvo lograr mis intensiones. Visualizo el resultado. Mi fe y mi confianza aumentan con cada meta que logro. Estoy comprometido con mi mayor bien.

Libre

"No soy yo, sino el Cristo en mí quien hace la obra."

Aveces estoy tan ocupado solucianando, mis problemas que descuido vincularme con el poder del Cristo morador. Calladamente y con confianza, descanso de todo esfuerzo humano y me aferro al poder del Cristo, el cual nunca se cansa ni fracasa.

El Cristo morador me librera del esfuerzo, el estrés o la lucha. La tensión se disipa cuando permito que el espíritu crístico obre en mí y por medio de mí. Mi vínculo con el poder del Cristo es fortalecido cuando descanso y soy receptivo. 

LibRE y sin ataduras, permito que el fruir de la energía, la guía, la inteligencia y el poder divino obren por medio de mí. Nada depende de mí solo. Me dirijo al cristo morador par que me ayude con todo. Al hacerlo, soy liberado. 

Curación

"La presencia sanadora del Espíritu divino llena cada célula de mi ser."

Invoco la actividad sanadora en cada célula de mi cuerpo. Al observar mi estado mental, mi actividad física y mi nutrición, identifico cualquier patrón que no apoye mi mayor bien. 

Gracias a la ayuda del Espíritu divino en mi, tengo la fortaleza para dejar ir hábitos que no fomentan mi bienestar y establecer hábitos nuevos que están acorde con la perfección divina. A través del día, practico conscientemente una expectativa y una gratitud por la salud y la paz mental. Mi cuerpo y mi mente tienen el poder de restaurar, resucitar y funcionar con nueva vida, fortaleza y vitalidad. La poderosa presencia sanadora del Espíritu toca cada célula de mi ser. Soy sanado y reboso de entusiasmo por la vida. 

Sencillo

"Dondequiera que estoy, Dios está"

El camino hacia dios no es largo, difícil ni complejo. Dondequiera que esté, lo que quiera que haga, hago una pausa y pongo mi conciencia en el Espíritu mismo que está en mí. 

Abro mi mente al pensamiento de la única energía creativa que aviva y une al mundo. Abro mi corazón al Unico amor que es la esencia de la vida. Este amor, el amor de Dios, está en todos nosotros. Bien sea que otros juzguen momento de mi vida como logros o fracasos, los momentos que atesoro más son aquellos cuando he sido el amor de Dios en expresión. El Espíritu es tan íntimo como una caricia y tan vasto como el espacio infinito. Estoy en paz con saber que donde quiera que estoy, Dios está.

Gozoso

"Cocreo un mundo feliz."

Dotado por mi Creador con una gama completa de emociones para sentir plenamente la vida, me siento feliz o triste, emocionado o pensativo en un momento dado. También tengo la capacidad divina de vivir en gozo - una manera sencilla y jovial de estar en el mundo.

Cuando elijo sentirme gozoso, marco una pauta en las vidas de las personas a mi alrededor. Al enfrentar un ceño fruncido con una sonrisa, una queja con un cumplido, o una lágrima con una palabra de aliento, afecto las vidas de los demás, lo caul me bendice profundamente. Con cada palabra optimista y con cada sonrisa, elijo vivir en un mundo gozoso. Con el poder divino de elegir mi actitud, palabras y expresión, cocreo una vida feliz. 

Armonía

"Estoy consciente de la armonía unificante de Dios."

Cuando escucho una sinfonía, oigo una mezcla armoniosa de notas que deleita mis oídos. Resuena conmigo pacíficamente. Pero cuando una nota está fuera de lugar o un instrumento no está afinado, oigo discordancia y es desagradable.

La armonía de una sinfonía es como mi relación con Dios. Cuando estoy a tono con Dios, siento paz, porque estoy en armonía con el amor divino. Siento este amor y lo manifiesto es cada área de mi vida. Cuando mis pensamientos o circunstancias son discordantes, siento desagrado. Es un recordatorio para regresar a la armonía del amor. Al descansar en la conciencia del amor divino, siento gozo interno. Este gozo me faculta para enfrentar cada día con fortaleza y esperanza. 

Aprender

"Estoy en armonía con la inteligencia infinita"

Bien sea un estudiante que trata de comprender los requerimientos de un trabajo nuevo, o alguien que aprende a conducir un automóvil, recuerdo que sólo hay una Mente - la Mente Divina - y esta Mente está en todo. 

Lo que quiera que esté aprendiendo, el proceso es más facil y sencillo si recuerdo que la Mente Divina me da el poder de aprender y comprender. Encuentro que aprender algo nuevo es fácil cuando me mantengo en armonía con la inteligencia infinita.