Mi Jornada

¡Gracias, Dios, por que mi vida es un viaje maravilloso de descubrimiento!"

   Antes de comenzar un viaje, generalmente tengo un destino en mente. Planifico un itinerario y visualizo cómo va a ser el viaje y cuánto voy a disfrutar mi llegada.

   Lo mismo es verdad para mi viaje por la vida. Inspirado por Dios para tomar cierta dirección, determinon dónde quiero ir en la vida y hago un plan para llegar allí, siempre visualizando los resultados positivos.

   Mientras mis metas a corto plazo parecen realistas inalcanzable. No me impaciento por el futuro. Permanezco en el presente, disfrutando mis experiencia a lo largo del camino. 

   Mi viaje puede no siempre tener una ruta directa, pero las mayores bendiciones a menudo se encuentran en los desvíos y las paradas inesperados. ¡Disfuto de un viaje maravilloso de descubrimiento!

Armonía

"Dios es amor, y al demostrar ese amor, enriquezco mis relaciones personales."

   Aún si falta de armonía en una relación personal ha sacudido sus bases hasta que parecía caerse, esa relación puede repararse y hasta reconstruirse. La armonía puede restaurarse cuando las personas se decidad a ser amor la una para la otra, no solamente a estar enamoradas la una de la otra. 

   Ser amor significa que demostramos paciencia, amabilidad, consideración y respeto mutuo. Somos el vínculo que mantienen nuestra relación estable en los momentos buenos y en los que parecen ponernos a prueba como individuos y como pareja. 

   Al darle más cabida a Dios en nuestras relaciones, dejamos que entre más amor. Dios es amor, y a medida que nos dedicamos más a ser amor, traemos cualidades sagradas a nuestra relación que nos enriqueces y enriquencen nuestras experiencias mutuas.

Consuelo

"Dios es la fuente de consuelo seguro y constante."

   Me bendice saber que el espíritu de Dios está en mí y que el consuelo que busco está disponible para mí siempre. Cada vez que pido, el susurro tierno de seguridad de Dios llena mi alma de paz.

   Siento agradecimiento por la conciencia de que Dios está conmigo en todo momento. Estoy dispuesto a compartir esta verdad reconfortante con quienes quizás no la hayan oído antes y con quienes, en momentos de confusión o preocupación, pueden haber olvidado su unidad con Dios.

   Mi Creador me guía amorosamente para decir las palabras correctas al alentar a otros. Como Dios es mi consuelo seguro y constante, tengo la paz y la fortaleza para consolar a otros.

Libre

"En la cima de mi oración y gratitud, vivo mi libertad."

   Los alpinistas describen con gran emoción lo que sienten en la cima de una montaña. Ellos ven la belleza y majestad de la obra de Dios en el paisaje que contemplan. En ese momento, nada parece imposible y su sensación de libertad y unidad con Dios es vigorizante.

   Yo puedo vivir una experiencia similar, aquí mismo. En oración dejo que mi alma se eleve por encima de los retos que me han hecho sentir atado. Desde este punto de observación, siento libertad y puedo apreciar las posibilidades infinitas y las bendiciones que son innumerables. 

   La gratitud y la alegría conmueven mi alma. El modo en que me veo y veo mi vida se transforman de inmediato. Me doy cuenta de que soy libre e ilimitado y doy gracias por esta experiencia maravillosa.

Prosperidad

"Recibo las riquezas del reino de Dios al mostrar receptividad a Su santa presencia."

   Al vivir en el fluir abundante de la presencia de Dios, fluyo en una corriente de posibilidades. Lo que quiera que busque en la vida, lo encuentro al dar prioridad a mi relación con Dios. 

   Al orar, siento mi unidad eterna con Dios. Los retos se hacen menores al verlos desde este punto de vista de seguridad. Inmerso en una sagrada paz interna, siento pura satisfacción que disipa toda preocupación.

   Ahora recuerdo: sólo necesito la presencia de Dios, que siempre me rodea y me envuelve. Sin embargo, mientras me hago más receptivo por medio de la oración a Su sagrada presencia, recibo más riquezas de Su reino como las múltiples bendiciones que llegan a mi vida.

Descansar

"Voy a la quietud de mi alma y descanso en la presencia de Dios."

   Nunca estoy demaciado ocupado para tomar un receso en las tareas del día. Siempre puedo encontrar momentos para aquietarme y descansar.

   Durante esos momentos, me siento con los ojos cerrados y la mente apartada del mundo externo. Al respirar profundamente y permitir que mi mente deje de pensar, me retiro a la quietud de mi alma, donde sólo existimos Dios y yo.

   Continúo respirando acompasadamente, visualizándome envuelto en un suave resplandor. Esta es la luz de Dios que me rodea y me proporciona paz. Descanso en este estado unos momentos más. 

   Luego, suavemente, recobro conciencia de mi alrededor y abro los ojos. Mi respiración es rítmica, mi cuerpo está descansado y mi mente está clara. Descansado y renovado, estoy listo para continuar con mi día.

Comunicación

"Comparto mi ser genuino y verdadero al comunicarme honestamente."

   Todo lo que puedo ser para otra persona y dar a otra persona, es mi ser verdadero, y con una comunicación sincera y amorosa, mis conexiones con otros son genuinas. 

   Así que digo lo que tengo que decir honestamente, pero con compasión. Si paso tiempo en el teléfono con alguien pero estoy distraído porque tengo algo que hacer, le comunico gentilmente que me tengo que ir.

   Si he cometido un error, lo admito. Si amo a alguien, se lo hago saber. En un desacuerdo con alguien, voy a esa persona y discuto nuestras diferencias en lugar de quejarme con una tercera persona. 

   Dios me guía en mi comunicación honesta y genuina. Doy a todos lo mejor de mí. Demuestro lo mejor de mí al compartir la verdad de quien soy.

Semilla de Bondad

"Soy amable, sabiendo que comparto un parentesco espiritual con todos."

   La variedad de semillas plantadas temprano en la primavera, luego transforman el terreno estéril en un panorama de flores y colores hermosos.

   Las palabras de bondad y sinceridad crean una belleza única. Tienen un modo de trasnformar actitudes y ayudar a la gente a tener más confianza en sí mismos.

   La bondad es una respuesta del espíritu de Dios en mí al espíritu de Dios en nosotros. Al ser amable con todos, reconozco que compartimos un parentezco en la familia de Dios. Lo que digamos o habamos puede parecer insignificante, pero la bondad inspira esperanza en quien la recibe. Y he descubierto que la bondad que doy regresa a mí multiplicada de muchas otras perosnas y en modos muy variados.

Corazón Dispuesto

"Con un corazón dispuesto, invito a Dios a bendecir a otros por medio de mi."

   Aún cuando enfrentaba circunstancias, que retaban Su vida misma, Jesús estuvo dispuesta realizar la obra de Dios. Con una fe incuestionable y un corazón dispuesto, Jesús revelaba milagro tras milagro.

   El tener un corazón dispuesto me bendice porque me lleva a sentir más la presencia de Dios en la vida diaria y en las circunstancias milagrosas. Estoy dispuesto a ser las manos de Dios cuando cuido de alguien que no puede cuidarse a sí mismo. Estoy dispuesto a ser la voz de Dios cuando le digo te amo a alguien que necesita el sustento que el amor le provee.

   ¿Qué trabajo más grande podría yo hacer que el que Dios me asigne? Lo que hago cuando estoy dispuesto a dejar que Dios se exprese por medio de mí, no es trabajar es un honor.

Transformación

"Pienso y actúo de maneras positivas y llenas de fe y me transformo"

   Mis pensamientos pueden cambiar la manera como me siento y como me veo. Por ejemplo, si me miro en un espejo y pienso en algo que me hace sentir triste, puedo vero como mi apariencia refleja dicho sentimiento.
   Luego al pensar en algo agradable, observo la transformación en mi rostro: no puedo evitar sonreir. Me siento y luzco feliz. Soy transformado de adentro hacia afuera.
   Mi trabajo, mis relaciones personales y yo mismo podemos ser trasnformados, dejando atrás la duda, el estrés y la contrariedad cuando pienso, oro y actúo de maneras positivas llenas de fe. Doy gracias por que veo y siento que esta transformación se lleva a cabo en mí y en mi vida.

En el Silecio

"Dios está conmigo, en el silencio y soy bendecido."

   En el silencio, busco la paz interior que me consuela. Me fortalezco en esa callada quietud. Allí, en este centro sagrado en mí, me aparto de la vida rutinaria para pasar unos momentos con mi Creador.

   Al concentrarme en Dios en el silencio, y permanecer en ese silencio, me alivio de toda preocupación que pueda llevar en mi mente o corazón. Estoy conciente de Dios y de esa luz preciosa que ilumina mi camino. El silencio me produce una sensanción de paz, seguridad y sabiduría. El consuelo de la presencia divina me abraza.

   Tan seguro como el día se torna en noche, y el sol se pone y la luna se levanta, me muevo de un ambiente agitado a una serena quietud. Dios está aquí conmigo, en el silencio y estoy bendecido.

Organizado

"El orden perfecto de Dios está en este lugar. Al estar en paz, soy productivo."

   Merezco vivir en un ambiente que estimule el descanso y la renovación y que promueva la productividad. Una oficina u hogar organizado es un sitio en el cual puedo sentir serenidad e inspiración.

   Dios está conmigo según organizo mi vivienda y mi sitio de trabajo. Si las cosas se han salido de su cauce, no me siento culpable de haber permitido el desorden. Comienzo a poner las cosas denuevo en su lugar: trabajo en un cuarto o área, o en un archivo a la vez.

   Según avanzo, creo un ambiente más saludable y agradable para mi cuerpo, mente y alma. Tengo más energía para concentrarme en las bendiciones de cada momento presente y en la paz de Dios que está en mí y a mi alrededor.