"Nazco de nuevo con una promesa y un potencial espirituales."
Nos regocijamos cuando un recién nacido viene al mundo. Con asombro, vemos a ese ser radiante lleno de promesa y potencial. A medida que los niños aprenden a hablar y a interactuar con el mundo, los amamos y alentamos según alcanzan una nueva etapa en su desarrollo.
Cada ser humano está en un viaje. A medida que nuestros cuerpos crecen, también crecemos sicológica y espiritualmente. Nuestro crecimiento interno ocurre cuando tomamos conciencia de que somos seres espirituales. Determino fomentar la chispa de divinadad en mí. Sin importar mi edad física, despierto a mi verdadero potencial y cumplo plenamente mi promesa espiritual.
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